Hoy en día, las pequeñas empresas a partir del desarrollo exponencial de las redes sociales han comenzado a promocionar sus negocios en la red con mayor o menor éxito. En muchas ocasiones, el desconocimiento de su uso correcto tiene como resultado comunicaciones confusas que no nos permiten ver cuál es la verdadera imagen que nos quiere trasladar la empresa.
La web 2.0 se ha convertido en una herramienta efectiva de imagen y venta para establecimientos de pequeño tamaño, siempre que las acciones que se implementen estén apoyadas en una estrategia de comunicación clara y coherente que permita ofrecer a su público objetivo una visión positiva de sus productos o de sus servicios y, al mismo tiempo, forjar en el imaginario del consumidor una imagen certera de su marca.
En ciertos casos, estas empresas trabajan estas redes con mentalidad de consumidor y no de negocio, sin ofrecer contenidos específicos que puedan resultar atractivos a su público o consideran que con sólo crear un perfil la tarea ya está hecha. Cada web precisa de una dedicación constante y diaria enfocada a cubrir las necesidades de nuestros clientes potenciales y fidelizar a los que ya tenemos en cartera.
Facebook, Twitter, Youtube o Linkedin, entre otras muchas webs 2.0 que están presentes en la red y forman parte del día a día de los consumidores, reflejan la necesidad que tenemos de relacionarnos e informarnos sobre todo lo que nos rodea, por ello la estrategia a seguir en cada una de ellas tiene que ser diferente, no sólo por el perfil de internauta que caracteriza a cada web sino también por los contenidos que albergan.
La evolución de las redes sociales permite a emprendedores y a pequeños empresarios comunicar de manera más directa y personalizada siempre y cuando se realice bajo un planteamiento estratégico eficaz. Por el contrario, nunca lograremos vender más o potenciar nuestra imagen de marca si no tenemos claro qué es lo que queremos ofrecer de nuestra empresa.
Quability Comunicación